Cómo ayudar

1. Intercambia ropa con alguien

Para alargar la vida de una prenda, puedes regalarla o donarla a alguien que la necesite en lugar de desecharla si ya no te queda o no te gusta.

2. Investiga de dónde viene tu ropa

La moda puede involucrar explotación y agotamiento de recursos en la producción. Al investigar la procedencia y materiales de tu ropa, puedes tomar conciencia y elegir mejor. Busca noticias de fábricas ilegales donde asilan a personas para producir ropa de bajo costo para grandes marcas. Te recomendamos el documental “The true cost”.

3. Quiere tu ropa

Reparar y reutilizar ropa es una alternativa en la moda para reducir emisiones de CO2 y ahorrar recursos como agua y materias primas. Conservar ropa por 1 o 2 años más reduce sus emisiones de CO2 en un 24%. Hacer una camiseta de algodón requiere aproximadamente 2700 litros de agua.

4. No compres pieles ni nada de origen animal

La moda utiliza animales en prendas como abrigos de piel, lo que representa una práctica cruel y aberrante. Antiguamente se consideraba lujo, pero hoy se reconoce su crueldad. Te presentamos una lista de cómo se utilizan los animales en la moda.

5. Compra en tiendas de segunda mano, artesanía o ferias locales

Estás ayudando a la localidad de tu entorno (pequeños emprendedores), reduciendo que se produzca más ropa y ayudando al planeta. No todo lo nuevo tiene significado de belleza.

6. No caigas en la publicidad

La publicidad engañosa de grandes campañas como Black Friday incentivan el consumismo sin conciencia de lo que queda atrás. La vida no se trata solo de consumir, sino de descubrir su esencia.

1. Come alimentos que vengan de la naturaleza

Retira en todo lo posible aquellos alimentos elaborados en fábricas y precocidos. Recuerda que estos dejan de estar ya en su estado natural, pasan a ser procesados y a colocar ingredientes impronunciables. Sumado a ello, al comprar un alimento elaborado estas ayudando a que exista más plástico.

2. Aliméntate de productos de temporada

Así como existe verano, primavera e invierno, la naturaleza tiene su propio ciclo y nos da lo que necesitamos. Aquellos productos que son consumidos fuera de su temporada, muchas veces pasan por procesos de congelación por semanas o meses, esto puede generar grandes toneladas de CO2.

3. Elimina a los animales de tu plato

El 85% de la deforestación en la Amazonía es causada por la ganadería y los cultivos. La ganadería emite el 14,5% de los gases de efecto invernadero. El consumo de animales como alimento afecta la biodiversidad del planeta. Todos merecemos respeto. Te compartimos una lista de platos vegetarianos y veganos.

4. No desperdicies alimentos

Un estudio de la WWF indica que el 40% de los alimentos cultivados no se consume y termina en la basura, mientras hay gente muriendo de hambre en todo el mundo. No se trata de escasez de alimentos, sino de mala gestión de recursos, lo que produce obesidad en algunas poblaciones y hambruna en otras.

5. Adquiere productos locales

Comprar alimentos locales ayuda a reducir las emisiones de gases nocivos por el transporte de alimentos, además de mantener la frescura y nutrientes de los alimentos. También apoya la economía local y el desarrollo regional. Por tanto, es una forma eficaz y sabrosa de contribuir a reducir los efectos negativos del transporte en el medio ambiente.

1. Separación de los residuos

Separar los residuos no solo es importante para la tierra, sino para el aire y para todos los seres del planeta. Papel y cartón, vidrios, plásticos y metales son indispensables para que los separemos.

2. Compost

El compost ayuda a reducir la cantidad de basura que acaba en el vertedero y ayuda a recuperar la fertilidad del suelo, a través del abono natural... ¿Cómo hacerlo? Si tienes un jardín o un lugar verde en casa puedes instalar un compostador que esté en contacto con la tierra, y empezar a organizar residuos orgánicos (cáscara de frutas, verduras y etc). Aquí te dejamos el paso a paso.